Momento de Nostalgia e Inmersión En La Cultura


Toda persona que cambia de lugar de residencia, especialmente cuando se traslada a un otro país, suele pasar por cuatro fases:

  • En un primer momento, experimenta un subidón de adrenalina emocional como consecuencia de las novedades que se le presentan y porque lo nuevo resulta en una mezcla de esperanza, alegría y miedo;

  • En un segundo momento, nota las diferencias de un lugar a otro y esto puede generar algunos choques culturales, morriña, sensación de vacío y carencia, resistencia al cambio, angustia, dificultad para adaptarse a lo nuevo y sensación de que ha perdido lo que le era valioso y no notaba (su vida anterior, cultura, comida, etc.);

  • En un tercer momento, viene la adaptación, en la que la persona aprende a convivir con el lugar, adaptándose poco a poco o aceptando las noticias, desarrollando poco a poco el gusto por la cultura con la que empieza a convivir;

  • En un cuarto momento, la persona tiende a integrarse en la cultura local de forma más relajada y feliz. Empieza a disfrutar más del lugar, empieza a gustarle y poco a poco se siente parte del entorno y de la cultura (se produce la aculturación);


Si pasas por estas fases, debes saber que es algo natural y tiende a pasar. No te sientas desesperado ni culpable por ello. Está bien extrañar la antigua patria y la ubicación.

Pero haz un esfuerzo para que esto no cierre tu visión a lo nuevo, a la adaptación, al placer de ser ahora un ser intercultural, inmerso en una nueva cultura, que aprenderá cosas nuevas y que, con el tiempo, le gustará.


Cuando puedas, reúne a tus compatriotas y organiza una fiesta con comida, música y otras formas de recordar tu tierra.

Está bien recordar y gustar de la tierra donde naciste, el sentimiento de pertenencia siempre es maravilloso!!!